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GOOD LINES

Nació como respuesta a una necesidad concreta dentro de las residencias donde viven niños, niñas y adolescentes judicializados. Omar, fundador del proyecto, detectó que para poder trabajar con ellos de manera profunda, constante y transformadora, era necesario crear una estructura propia que permitiera ingresar a las residencias con un marco profesional y con una propuesta concreta de acompañamiento.

El proyecto surgió entonces para brindar herramientas reales a los chicos durante su permanencia en las residencias y, especialmente, para prepararlos para el momento más crítico: su egreso a los 18 años, cuando el Estado deja de garantizar su cuidado y acompañamiento. GOOD LINES nace para que ese paso a la vida adulta no signifique volver a los mismos vínculos que vulneraron sus derechos, ni repetir historias de violencia, abandono o exclusión. Su propósito central es ofrecerles un proyecto de vida posible, con herramientas tangibles que les permitan sostenerse, trabajar y construir un futuro distinto.

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Por qué existe la problemática

Cuando los jóvenes cumplen 18 años dentro del sistema de protección, dejan de recibir apoyo del Estado. Muchos no son adoptados, otros no pueden regresar con sus familias y algunos vuelven a entornos donde sus derechos ya habían sido vulnerados. Esto los expone a repetir patrones de violencia, exclusión o recurrir a delitos para sobrevivir.

Frente a este vacío, GOOD LINES interviene para cortar ese ciclo y brindar formación, pertenencia, herramientas profesionales y acompañamiento emocional.

Resultados

Los resultados se ven a diario. Las propias regentes de las residencias destacan:

Cambios en la conducta y en la regulación emocional.

Compromiso con las actividades físicas y las salidas.

Mayor motivación para participar, aprender y convivir.

Mejora en las habilidades sociales y en la confianza en sí mismos.

Progreso en natación, coordinación, trabajo en equipo y autonomía.

Reducción de episodios de conflicto o retraimiento.

GOOD LINES se ha convertido en un espacio de referencia para muchos de ellos: un lugar donde se sienten capaces, valorados y acompañados.